iba un borracho por la calle y una señora saliendo de su casa, con un perro de raza. Se llamaba sin bola y de casualidad, el perro se escapa de la mano de la señora y el se fue directo al borracho. Lo estaba dandole vueltas y grito la señora:
- Déjale sin bola, déjale sin bola.
Y el borracho se preucupó y dice:
- Este perro me va a dejar sin bolas.
martes, 29 de noviembre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)